Lo que hoy en día se conoce como las naves de MACOSA, en la calle de San Vicente, conforma el conjunto arquitectónico industrial más importante situado en el término municipal de la ciudad, datan de principios del siglo XX y ha llegado hasta nuestros días en un razonable estado de conservación.
Como toda implantación que corresponde a un proyecto industrial centenario, esta iniciativa privada arranca de la mano de la familia Devís a finales del pasado siglo XIX e inicio un proyecto que, es sin ninguna duda una de las vigas maestras de la industrialización en la Comunidad Valenciana, su desarrollo por etapas ha ido conformando un conjunto de instalaciones industriales de diversa factura y valor arquitectónico.
El núcleo inicial levantado en los años 20 y 30 del pasado siglo es el mas valioso, fue proyectado por los destacados arquitectos valencianos Javier Goerlich Lleó y Antonio Gómez Davó y los ingenieros Manuel Torres Puchol y Vicente Lloréns Cerveró, sus fachadas forman parte del paisaje urbano histórico valenciano y de la memoria visual de todos aquellos que han pasado y pasan por la calle de San Vicente o llegan a Valencia en tren.
En estas instalaciones, bajo los nombres históricos de Construcciones Devís y MACOSA, se ha desarrollado una importante historia industrial en la construcción ferroviaria y equipos industriales diversos, gran parte de la obra metálica de los pantanos a lo largo y ancho de toda España ha sido construidos en las naves de la calle de San Vicente y lo mismo podemos decir de las grúas que equipan los puertos españoles.
Esta historia la protagonizaron un importante colectivo de metalúrgicos y metalúrgicas valencianos, los cuales han desarrollado su vida profesional en estas instalaciones y atesoran en memoria personal y tradición oral una extensa y rica historia industrial.
La historia escrita con mayúsculas por los hombres y las mujeres, esta impregnada en cada ladrillo y cada tornillo de estas naves.
La Sociedad Parque Central integrada por el Gobierno central, el Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat Valenciana ha sacado a concurso el derribo de las antiguas naves de MACOSA como primer paso de las obras del Parque Central y al tiempo facilitar las obras de penetración del AVE.
Si este proyecto no se para y se reconduce, estaremos ante la destrucción del conjunto arquitectónico industrial más importante de la ciudad que data de principios del siglo XX, la perdida que supondrán estos derribos para nuestro patrimonio histórico será inmensa e irreparable.
Los responsables de este proyecto son conocedores del valor histórico del citado conjunto arquitectónico industrial y que también forma parte de la historia personal de un gran colectivo de metalúrgicos valencianos, de su memoria personal y tradición oral, asimismo fue un polo de atracción para nuevos barrios crecidos en su entorno.
Este proyecto es un tremendo error que debería ser retirado para elaborar un plan más respetuoso con la conservación del patrimonio arquitectónico industrial valenciano. ¿Porque el proyecto de la llegada del AVE a Valencia no puede ser compatible con la conservación y rehabilitación de una parte de lo que fue la gran fabrica valenciana de material ferroviario?
El conjunto de la calle de san Vicente alberga en su seno diversas construcciones siendo las levantadas entre los años 20 y 30 las más importantes desde el punto de vista del patrimonio arquitectónico industrial. A pesar del paso de los años y de diversas modificaciones - la implantación industrial es un concepto dinámico - estas naves se encuentran en razonable estado de conservación, incluso alguna como la nave de cubierta de diente de sierra, paralela a la calle de San Vicente se encuentra prácticamente tal como se levanto en los años 30.
Es pues sobre ellas las que habría que desarrollar un proyecto de conservación y rehabilitación y que quedara integrado como referencia histórica en toda la remodelación de la zona, su preservación y rehabilitación y no su derribo, daría a la misma un valor urbanístico añadido cualitativo, su destino a un plan de equipamientos públicos de calidad y respetuoso con la conservación de nuestro patrimonio paliaría el déficit de los mismos que sufren los barrios de la zona.
Nosotros valencianos y valencianas que hemos desarrollado nuestra vida profesional en estas naves, así como los que vivimos en los barrios adyacentes y la sociedad valenciana en general aspiramos a tener unos mejores equipamientos sociales y espacios culturales por lo que pedimos que sea retirado dicho proyecto y elaborado uno nuevo que contemple estas legitimas aspiraciones que hemos ido exponiendo en el presente manifiesto.
En Valencia 23 octubre 2008
Ildefonso Carrascosa (ingeniero, director MACOSA 1961-1980), Joaquín Capilla (ingeniero, director MACOSA 1982-1992), Carlos Ferrer (ingeniero, catedrático UPV), Mariano Ibáñez (ajustador y sindicalista), Cesar Pertusa (ajustador y sindicalista), Pascual Pont (fresador y sindicalista), Francisco Signes (verificador y sindicalista), Rafael Tamarit (arquitecto, profesor UPV y CEU), David Verdoy (electricista y sindicalista), Jose Domingo Zamanillo (ingeniero, profesor UPV), Rafael Ara (ingeniero)